Gamificación: ¿Por qué las cosas serias no pueden ser divertidas?

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Las vacaciones se han acabado. Nos cuesta volver a meternos en los zapatos y ponernos la mochila de la rutina de la vuelta al cole. Se acabo la diversión. Hay que volver a la vida seria. Parece que si te diviertes no estás haciendo lo que se espera de ti.

“¿Por qué las “cosas serias” no pueden ser divertidas?” Se preguntan Kevin Werbach y Dan Hunter en el libro Gamificación, que recomiendo leer.

¿Qué es la gamificación?

Es el uso de mecánicas y dinámicas de juego en entornos no lúdicos. Es poner el marco y los elementos de un juego en el diseño de una actividad.

Como en los juegos, en la gamificación tiene que haber unas normas y pueden añadirse más elementos: puntos, niveles de progresión, insignias, ranking, recompensas… No es necesario que estén todos y puede haber muchos más elementos del juego. Pero gamificar no es jugar.

En “La vida es bella”, Guido gamifica para su hijo la estancia en el campo de concentración, para conseguir que se esconda, que no viva el horror que tiene a su alrededor, que aguante hasta el final.

¿Para qué sirve la gamificación?

Al cerebro le gusta jugar. La neurociencia nos dice que las expectativas de emoción, de reto, de diversión, de recompensas, de sorpresa, desencadenan la liberación de dopamina, nos produce placer y nos impulsa a actuar. Además de dopamina, cuando jugamos, también se liberan otros neurotransmisores que influyen directamente en nuestro estado de ánimo (oxitocina, serotonina, endorfinas).

La gamificación consigue desencadenar en el cerebro todos estos mecanismos, aunque no estemos jugando, y provoca cambios de comportamiento de una forma:

  • Motivadora
  • Emocionante
  • Retadora
  • Desafiante
  • Divertida
  • Cooperativa

¿Todo el mundo reacciona igual ante una gamificación?

No. Según la teoría de Richard Bartle cuando jugamos mostramos distintos intereses y distintos comportamientos.

Estos son los 4 perfiles básicos, pero se pueden describir muchos más:

  • Killers: Se centran en ganar, el ranking y la competición con sus compañeros.
  • Achievers: Valoran superar niveles, alcanzar un status y conseguir los objetivos establecidos rápidamente y/o compitiendo.
  • Socialities: Les gusta relacionarse y desarrollar su red de amigos y contactos.
  • Explorers: Buscan explorar y les mueve descubrir lo desconocido. Aprecian alcanzar objetivos ocultos.

¿Sabes qué tipo de jugador eres? Aquí tienes un cuestionario con el que puedes averiguarlo: ¿Qué tipo de gamer eres?

¿Cómo usar la gamificación en la empresa?

Si hemos dicho que la gamificación puede cambiar comportamientos, es evidente que puede ayudar en la motivación, fidelización, compromiso, obtención de resultados, trabajo cooperativo y por supuesto en la formación.

Pero ¡OJO! la gamificación no es una mera competición de puntos e insignias para ver quién gana. Es necesario incluir elementos que muevan a los distintos tipos de jugadores. La gamificación tiene que ser voluntaria y mover al jugador desde sus intereses.

Para los departamentos de RR.HH. y management a veces es muy tentador usarlo como un método de control. Eso NO es gamificación y no dará resultado.

Podemos gamificar la entrega de las bandejas vacías en el comedor ahorrando tiempo a los empleados de cocina. O el uso correcto de las instalaciones de nuestra empresa, aparcamiento, ascensores, aseos. Podemos mejorar la entrega de informes o cuestionarios rutinarios añadiendo un punto de diversión. O involucrar a los empleados en el estudio de un nuevo producto usando sus características para la resolución de un breakout.

¿Cómo empezar a gamificar?

Mary Poppins, espíritu gamificador.
Mary Poppins, espíritu gamificador.

Empieza por ti mismo. Si te estás planteando diseñar una gamificación, te propongo empezar pensando que la vida no está dividida en “cosas serias” y “cosas divertidas”. Introduce en tu vida pequeños elementos que te hagan disfrutar el momento o hacer las tareas menos tediosas.

Cuando te pongas a diseñar:

  1. Piensa cuáles son tus objetivos, qué quieres conseguir.
  2. A quién va dirigida la gamificación, cómo son los empleados, alumnos, clientes. Cuáles son sus intereses.
  3. Con qué medios, recursos y apoyos puedo contar.
  4. No cierres el diseño. Deja una puerta abierta para introducir nuevos elementos según la evolución que vaya llevando. Así conseguirás enganchar a los que se quedan atrás en el ranking.

A veces da vértigo lanzarse a hacer algo distinto, puede salir mal, puedes equivocarte. A mí me gusta pensar que aprenderé de mis errores y que si no hago nada, si todo sigue igual, ya me estoy equivocando. Además, la emoción por hacer algo nuevo me saca de la rutina y me proporciona la recompensa de dopamina que hace que me apasione mi profesión.

Lánzate. Arriésgate. Diviértete.

Mapa mental Gamificación infografía

Lecturas recomendadas sobre gamificación.

Autora.

Nieves Solana Díez

Para el artículo de esta semana he invitado a escribir a Nieves Solana Díez, buena amiga y experta en gamificación (entre otras muchas cosas).  Nieves es licenciada en Ciencias Biológicas, directora de formación en Aula Empresa Formación y docente de alumnos en ruptura escolar y riesgo de exclusión. Nieves cuenta con más de 20 años de experiencia en empresas del sector sanitario en ventas, marketing y en la formación de equipos comerciales.

Aunando la experiencia docente, empresarial y los conocimientos de neurociencia, diseña e imparte cursos de Creatividad, Gamificación, Gestión del Cambio, Formación de Formadores,… involucrando al participante en su aprendizaje.

Puedes encontrarla en  Twitter ( @AulaempresaF ) y en su web Aula Empresa Formación.

Y tú, ¿utilizas la gamificación de alguna forma en tus cursos y formaciones online o presenciales?


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